Vengo de correr...

   Doce de la noche: agobio en el pecho, pesadez en el cuerpo, sensación de vacío... No me encuentro demasiado contento con cómo están yendo las cosas: no actualizo el Blog, no voy al gimnasio desde hace meses, discuto demasiado con la novia, no veo más que un futuro incierto ante mí... ¿A dónde va todo esto? Quiero decir, vale, estoy estudiando algo "que me gusta", y si todo va bien, en unos meses habré terminado, pero, ¿y para qué? Lo más seguro es que no encuentre trabajo de ello, siga formándome con titulaciones relacionadas y acabe en cualquier sitio de mierda, porque así es la vida, ¿no? ¿Pero y entonces? Casarte, hipotecar tu existencia, traer al mundo más cáscaras de superficialidad vacías, y... ¿Y qué? ¿Eso es todo? ¿La gente se conforma con eso? ¿Puede encontrarse la felicidad en trabajar ocho o más horas diarias en un puesto que no te gusta? Vivir para que llegue el fin de semana, y pasar este en casa viendo películas o series... ¿Y las metas? ¿Y los objetivos? ¿Han de quedar en el camino? No dejo de darle vueltas a todo esto, empieza a dolerme la cabeza, ¿por qué no me veo llevando ese estilo de vida? ¿Por qué me deprime pensarlo? ¿No existen otras formas, otros senderos, otros caminos? ¿Por qué no puedo contentarme con eso, como parecen hacer la mayoría de las personas que conozco? Como cada "X" tiempo, me encuentro navegando por Internet en busca de la cura milagrosa, "cómo vivir de tu blog personal", una constante que pasa por mi cabeza más veces de las que me gustaría... Scroll arriba, scroll abajo, pestaña por aquí, pestaña por allí, que si SEO, que si keywords, análisis de mercado, nicho... Mucha palabra y poca chicha.

   Aumenta mi dolor de cabeza, frunzo el ceño, algo se me escapa, ¿qué cojones hago pasada la media noche buscando mierdas de este calibre? ¿Por qué no me entra el sueño de una puta vez?

- Kuma, joder, el examen de hoy te ha salido de puta madre, ¿qué más puto quieres? - y me molesta el no saberlo, me enfado conmigo mismo, siento cómo algo se me escapa entre los dedos.

Los días pasan y cumplo con las pautas "básicas": entre semana voy a clase o estudio, los fines de semana voy a trabajar, piloto automático, no hay tiempo para la creatividad, la espontaneidad, siento que algo muere en mi interior... Me encuentro en "mi zona de confort". Abro las estadísticas del Blog, se mantienen en una "buena marca", unas 70 visitas de media. Me voy a la parte de ingresos, este mes he ganado 69 céntimos de Euro, mejor que estos meses anteriores, es poco, pero he pasado mucho del Blog, no me los merezco.

- Generar unos euros mensuales con este Blog sería cojonudo, hubo un mes que incluso gané 2'16€, es posible, pero es complicado, requiere tiempo y atención, y no los tengo... - me golpeo la frente con la palma de la mano derecha, por supuesto que tengo ese tiempo, pero últimamente, no sé administrarme, tengo muchas cosas en mente, y me agobio. Llega la frustración haciendo gala de su poder y me da por culo como quiere... - ¡Ya está bien de esta mierda!

   Lo próximo que sé es que estoy tirado en el suelo de mi habitación haciendo flexiones, en tandas cortas de 15, hago 90, las agujetas firman el esfuerzo sobre mi torso, estoy en muy baja forma. Sigo notando un lastre sobre el pecho, y fugazmente un pensamiento atraviesa mi cabeza... ¡Quiero salir a correr! Mi familia está en el salón, a poco de irse a dormir, yo debería imitarles pero no me siento capaz, así que sin pensármelo dos veces "me embuto en el chándal" y digo desde el pasillo que voy a dar una vuelta con un colega (fue lo más racional que se me ocurrió). Fuera hace frío, decido empezar a correr sin calentar, puede no ser lo mejor, pero necesito correr (aun cuando nunca me ha gustado esta práctica), empiezo con el trote cochinero y aprovecho el esfuerzo de salir a correr para entrenar de forma inteligente, sprints en cuesta seguidos de paseos al trote. A los 15 minutos siento explotar el bazo, a los 20 me falta el aire y a los 25 quiero vomitar, correr nunca fue lo mío, si el toro viene hacia mí intento frenarle de frente, que corran los rápidos y veloces. Aguanto 40 minutos con la estoicidad que soy capaz de reunir y me vuelvo a casa sin hacer ruido para coger mi móvil, pensando que escribiría esta entrada, caminando y pensando en todas estas cosas, saco esta foto para ilustrar la entrada y que no quede tan sosa:

Sin filtro, todo flow.

   Ya más tranquilo vuelvo a pensar en todos estos agobios:

1. Vivir de Internet es difícil, y probablemente necesite de una inversión de tiempo y esfuerzo que actualmente no estoy dispuesto a regalar (estudios de por medio y demás), será mejor que lo deje para verano y de momento siga con este Blog, publicando cuando pueda y quiera (la intención de hacer pasta con un Blog la extrapolaría a uno nuevo "más comercial", este es para lo que es, hobby mío).

2. Me estoy perdiendo algo de la vida y no sé qué es... El cuerpo me pide viajar, probablemente sea mi mayor anhelo actualmente. Incluso siento la necesidad de volver a empezar en otro sitio. Me gustaría perderme por otros países durante un tiempo.

3. Verme en baja forma me mata: recuperarla me animará, el haber salido a correr me ha venido bastante bien, empezaré por hacerme 200 flexiones diarias y correr por las noches, es algo sencillo, y me acercará a mi objetivo.

   Miro la hora, van a dar las dos y media de la madrugada, "en situaciones normales" me sentiría mal por haber desperdiciado el tiempo, pero algo en mi interior me dice que hice bien, esta noche me ha servido para reorganizar un poco mi cabeza, vuelvo a ver un camino trazado frente a mí, mi lado más negativo me dice que las cosas serán probablemente como dije al principio de la entrada, pero algo se ha fortalecido en mi interior, iré preparándome para ello, la vida es un conjunto de opciones y variables, una partida de cartas en la que cada uno juega con lo que le toca... Bien, pienso exprimir y conocer bien mis cartas, ya está bien de perder el tiempo. La vida no puede consistir en trabajar toda la vida juntando dinero durante tus mejores años, para asegurarte la existencia en los peores, cuando eres mayor y se acaba tu vida. ¿No debería uno disfrutar un poco más del camino? Soy consciente de que gran parte de mis agobios se deben a mi situación de estudiante que está a poco de afrontar exámenes finales, pero no por ello le quito peso a mis cavilaciones.

   El camino está ahí, sólo hay que apretar los dientes y recorrerlo: Exámenes, prácticas, viaje, novela, trabajo... De momento le pongo el punto final a esto. Cierro los comentarios, no quiero lecciones de vida, es sólo que necesitaba soltarlo. Tan simple como eso, amigos. Tan simple como eso.